viernes, 29 de noviembre de 2013

Tonifícate y deshazte de tu tripa y de las pérdidas de orina

¿No te explicas por qué cuando estás relajado tu abdomen sale hacia fuera? ¿No entiendes por qué cuándo te da un ataque de tos o de risa, se te escapa el pis?
 

 
La respuesta está en el tono muscular.
 
La musculatura del abdomen y del suelo pélvico está diseñada para sostener las vísceras, asegurar la continencia y amortiguar las presiones que se reciben ante los esfuerzos, como toser, reírse, gritar, levantar peso... Para ser competente en esas funciones, la clave está en el tono muscular que posea.
Debemos diferenciar entre el tono y la fuerza. El tono se refiere a la tensión o contracción pasiva que tienen los músculos en estado de reposo y la fuerza, a las tensiones que se producen para vencer una resistencia. Tanto las fibras musculares implicadas como el control, es diferente. La fuerza recibe un control voluntario y consciente. Sin embargo, existen impulsos nerviosos inconscientes que mantienen el tono en reposo y que lo regulan de forma automática. Si se produce un esfuerzo como toser, el cuerpo involuntariamente responde aumentando la tensión. Se trata de un mecanismo de defensa para evitar lesiones. Pero ese mecanismo puede irse deteriorando por múltiples causas como los embarazos, las enfermedades, las malas posturas, el deporte... Los músculos poco a poco se van debilitando y aflojando. Nos encontramos entonces, con un tono incapaz de realizar su función y empezamos a notar esos síntomas que lo delatan; la barriga se hace más prominente en reposo, se escapan una gotas de orina ante los esfuerzos... Se dice que hay una Desprogramación de la faja abdominal y del suelo pélvico.
 
(Simil para entender el proceso de presiones que recibe el suelo pélvico; Si se ejerce una presión desde el abdomen, ésta empujará hacia abajo como un globo nuestro periné.)
 
Si lo que queremos es mejorar esos síntomas, realizar series de ejercicios de contracción voluntaria de periné o hacer series de abdominales tradicionales, no es suficiente. Incluso puede ser contraproducente en el caso de los abdominales. Si nuestro objetivo es evitar la incontinencia o disminuir la barriga, lo que necesitamos aumentar, es nuestro tono muscular en reposo. Debemos entrenar las fibras tónicas, las que se contraen de forma refleja para que sepan cómo reaccionar ante los esfuerzos y las presiones. Los otros métodos pueden ayudarnos a ganar fuerza muscular, pero no nos resultarán útiles para mejorar el tono. Por ejemplo, si de repente tosemos o estornudamos, necesitamos ese reajuste automático para evitar la incontinencia. Difícilmente ante un esfuerzo repentino, la persona esté preparada para cerrar sus esfínteres realizando en ese instante una contracción consciente. Por otro lado, si lo que queremos es reducir el vientre, haciendo abdominales tradicionales fortaleceremos la musculatura, pero en reposo, con la tripa relajada el abdomen será más prominente. Esto sucede porque los mismos ejercicios abdominales suponen un aumento de presión en el interior y al realizarlos, partiendo de una faja abdominal desprogramada incapaz de soportar las presiones ejercidas, habremos estado contribuyendo a aumentar la debilidad de la pared abdominal, que se habrá debilitado aún más y no aguantará el peso de los órganos, abombándose hacia fuera.
 
 
Podemos realizar un test muy sencillo. Nos tumbamos bocarriba y colocamos una mano bajo la cabeza y otra sobre el abdomen. Realizamos un ejercicio abdominal clásico; levantar la cabeza y hombros. Si la mano que está en el abdomen sube, quiere decir que estamos provocando un aumento de presión excesivo para la pared abdominal al hacerla sostener el peso de nuestra cabeza y hombros. El abdomen no aguanta esa presión y se abomba hacia afuera, las vísceras empujan hacia abajo al periné, y como consecuencia, éste también se debilita. Nuestra musculatura está desprogramada y es incompetente para realizar este tipo de esfuerzos, con lo que deberíamos entrenarla para adquirir el tono suficiente.
 
Según Piti Pinsach, experto en el método hipopresivo "La persona con una faja abdominal incompetente tiene desprogramadas fibras que cuando está de pie o sentada, sin activar voluntariamente, no actúan. Este es el motivo por el que se observa más barriga en relajación".
 
A través de los ejercicios hipopresivos podemos entrenar esas fibras que se controlan de manera involuntaria, y así, conseguir su Reprogramación, con lo que conseguiremos tonificar el periné y el abdomen. Ganaremos en salud y en estética.


 
En los próximos artículos explicaremos los test que podemos realizar para detectar si nuestro suelo pélvico y faja abdominal funcionan correctamente.


Fuentes:
www.crianzanatural.com/art/art214.html

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