sábado, 11 de enero de 2014

La importancia de jugar con nuestros hijos.

Los niños tienen la necesidad innata de jugar. Sabemos que a través del juego aprenden a conocer el mundo y desarrollan sus habilidades. El Juego libre y espontáneo, les permite experimentar, desarrollar su creatividad y elaborar sus propias estrategias. Todo lo que viven y hacen por sí mismos, se fija mucho más en su memoria y es más fácil de aprender.

Pero jugar libres, no significa jugar solos. También necesitan compañeros de juegos con los que compartir sus experiencias y sus logros, y por supuesto, con los que divertirse. Los primeros compañeros de juego son sus propios padres. Para los niños en sus primeros años, la compañía y el apoyo de sus padres, es fundamental para enfrentarse a un mundo desconocido y para atreverse a hacer esa gran cantidad de descubrimientos. Cuando un bebé está cerca de sus progenitores, se siente protegido y seguro, y eso le proporciona la confianza suficiente para dedicarse plenamente a su juego y poner todos sus sentidos en lo que está haciendo. Si siente el acompañamiento de sus padres, se atreverá a probar diferentes alternativas, y probablemente obtenga más resultados.



A veces creemos que cuando el bebé crece, lo que necesita es jugar con otros niños y que ya no le resulta tan útil jugar con nosotros. Pero esto no es así. Los niños necesitan seguir jugando con sus padres, necesitan compartir sus juegos y divertirse con ellos. El juego también es una vía de comunicación. Los niños se sienten más unidos a sus padres mientras juegan con ellos, sienten que lo que hacen es importante y sobre todo, se sienten más felices, con lo que se potencia su autoestima. El vínculo entre padres e hijos se refuerza al realizar actividades placenteras juntos y esa relación paternofilial será el modelo que tomen los niños de referencia para establecer relaciones futuras. Convertirse en los compañeros de juego de nuestros hijos, les ayuda a comunicarse y a despertar su socialización. Además la compañía de sus padres, les proporciona el apoyo emocional fundamental en su desarrollo.


El juego potencia su creatividad y su imaginación. Se sabe que los niños imaginativos son menos agresivos, y más tolerantes, porque el juego les obliga a negociar y a abrir su mente hacia otras opiniones. Les daremos la oportunidad de poder imitarnos, de fijarse en nuestras acciones. Si perciben respeto hacia sus reglas, será más fácil que respetan las nuestras en otros ámbitos, si observan cómo utilizamos los objetos, les ayudará a aprender a manejarlos y a cuidarlos, y si notan nuestra motivación en una actividad se sentirán más atraídos hacia ella. La mejor forma de que a un niño le guste algo, es ver a sus padres haciéndolo y disfrutando con ello. También se ha demostrado que jugar con los hijos al menos media hora todos los días favorece la concentración y tiene un efecto positivo en el aprendizaje.

Jugar con los hijos, no sólo tiene beneficios para ellos, sino también para los padres. Al ser el juego la mejor vía de enseñanza, ayuda a los padres a trasmitir valores, formas de actuar y es una gran herramienta para la educación. Compartir momentos de juego, ayuda a los padres a conocer mejor a sus hijos, a comprenderles y a mejorar la comunicación con ellos.


Es una gran oportunidad de forjar una relación sana y sólida, que mejorará la conducta de los pequeños y por consiguiente, la armonía familiar. Pasar un rato jugando con los niños evitará los comportamientos negativos que éstos muestran cuando buscan atención, o cuando se aburren, por ejemplo. Por otro lado, jugar, ayuda al adulto a conectar con su niño interior, a conocerse mejor y mantiene activa la mente. Además, la risa hace que se liberen endorfinas y contrarresta el estrés. 

No hace falta estar todo el día jugando con ellos, pero si es fundamental buscar un hueco en nuestra agenda y considerarlo parte de la rutina diaria.

En definitiva, jugar con nuestros hijos, tiene múltiples beneficios para su desarrollo emocional,  facilita el aprendizaje, la educación y las habilidades sociales, y además, nos hace ser más felices.



Es necesario que respetemos su ritmo y les dejemos dirigir el juego, pero eso, y otros consejos para los padres, lo explicaremos en el próximo artículo.

Desde este blog, os animamos a jugar con vuestros hijos y participar en nuestros talleres de juego para familias con bebés de 0 a 3 años, donde aprendereis multitud de actividades, canciones y consejos para poner en práctica en casa.

¡¡¡PRÓXIMO TALLER DE JUEGOS "DOMINGO EN FAMILIA" PARA BEBÉS DE 0 A 3 AÑOS DOMINGO DÍA 19 DE ENERO!!!
Lugar: Asociación de vecinos "El Baúl de cambalache" C/ Butrón 27 posterior, en las Rosas, Madrid.
Hora: 10:30 Grupo de 3-12 meses / 11:30 Grupo de 1-3 años




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