LLegan las Navidades y todos nos volvemos locos con los regalos. Los padres queremos cumplir los deseos de nuestros hijos, pero a la vez queremos en casa regalos funcionales, prácticos, educativos, y si puede ser, que ocupen poco espacio.
Sin embargo en la mayoría de los hogares, se repite la misma estampa el dia de Navidad y el día de Reyes; Niños saturados de regalos que pasan de un paquete a otro, sin fijarse casi en ellos, y padres rodeados de embalajes, plásticos e instrucciones de montaje, calculando donde van a guardar ese sin fin de juguetes.
¡Cuántas veces nos gastamos más de lo que pretendíamos por comprarle el juguete de moda a nuestro hijo y luego a los pocos días, vemos que se ha cansado de él! O peor aún, ¡cuántas veces, observamos con decepción que aquello que pensábamos que iba a ser el regalo estrella, el niño no le hace ni caso!.
Realmente es dificil acertar, la clave está en no olvidar, que los niños son niños, y los adultos somos los encargados de protegerles, cuidarles y tenemos la responsabilidad de guiarles en su camino.
No quiere decir que elijamos los regalos por ellos, o que les regalemos lo que a nosotros nos parezca mejor, o aquello que a nosotros nos gustaría tener. Se trata de encontrar la manera de respetar los deseos del niños, con sentido común.
Hablamos de Protección, cuidado y acompañamiento. Trasladando esos términos a la Navidad, nos referimos a proteger al niño de la publicidad, de regalos peligrosos, que inciten la violencia, que no sean adecuados para su edad... Muchas veces no nos damos cuenta y nos dejamos llevar por los aperentes deseos del niño, sin preguntarnos qué conseguimos con ese regalo, qué puede aprender nuestro hijo o qué podemos enseñarle con ello. No es cuestión de negarse al regalo que más ilusión le hace, pero todo se puede negociar. Ayudemos a nuestros hijos a hacer la carta de los Reyes Magos. Invitémosles a reflexionar, guiémosles en su elección, intentemos que se limiten a 3 o 4 regalos, y si no es posible, expliquémosles que los Reyes podrán elegir de toda su lista unos cuantos, pero quizás no los traigan todos, o a lo mejor, puede que se los traigan a lo largo del año.
![Navidad, Santa Claus, Lista De Deseos](https://pixabay.com/static/uploads/photo/2015/12/13/14/24/christmas-1091173__180.jpg)
Según los expertos en pediatría, los niños no deberían recibir más de 3 regalos. Esa sería la cantidad perfecta, porque el exceso es perjudicial para ellos. Los niños dejan de valorar, disminuye su tolerancia a la frustración porque se acostumbran a tener al alcance sin esfuerzo todo lo que desean y además, limitamos su creatividad e imaginación. Así que, cuidemos a nuestros hijos; Más es menos. Limitemos la cantidad de regalos que reciben. Un truco práctico es coordinarse con el resto de la familia, o bien que los padres elijan y preparen los regalos de sus hijos y luego los familiares y amigos contribuyan en función de los gastos.
Si aún así nos juntamos con muchos regalos, podemos dosificarlos, entre Papá Noel, Reyes, e incluso a lo largo del año, podemos ir guardando y renovando sus juguetes.
Permitamos que nuestros hijos elijan libremente, sin influencias externas de la sociedad. Dediquemos un tiempo para explorar con ellos sus gustos y aficiones. Imaginemos juntos qué podemos hacer con tal o cuál juguete, cómo nos divertiremos en familia. Incluso si tenemos oportunidad, podemos permitir que lo prueben para que no se lleven a engaño. Muchas veces, los juguetes parecen de una manera en la caja y luego en la realidad, no se ajustan a las expectativas de los niños. Evitemos una exposición excesiva de televisión, para evitar el bombardeo masivo de anuncios publicitarios de juguetes. Los niños son muy influenciables y acabarán eligiendo aquellos juguetes que más salen en la tele, o ven más en los centros comerciales, o les dicen sus amigos que tienen. No podemos aislar al niño o tenerle en una burbuja, pero sí podemos limitar el tiempo que ve la televisión, o realizar otros planes en familia más constructivos. Además nos servirá para conectar con el niño y afinar más en sus gustos.
Antes de comprar un juguete pregúntate qué tiempo de vida puede tener ese juguete y qué le puede aportar a tu hijo. Normalmente las modas son pasajeras y los juguetes relacionados con ellas, quedarán en el olvido. Suele ocurrir que los juguetes más sencillos, son los que más éxito tienen en los niños a la larga: Animales, bloques de construcción, cuentos... Potencian más su imaginación y capacidades, les permiten crear historias, inventar figuras, juegos... Sin embargo, los juguetes, con más luces, sonidos, o artificios, que se lo dan todo hecho, además de ser más caros y frágiles, dejan de tener gracia, cuando el niño se aprende su repertorio o se agotan las pilas. Y hay que tener en cuenta que se pueden estropear o romper más fácilmente, lo que seguramente será un obstáculo para llevarlo al parque, o sacarlo de casa para jugar. Al fin y al cabo, los juguetes son para jugar.
El juguete es un gran arma para fomentar el aprendizaje de los niños,siempre y cuando al niño le resulte divertido y placentero jugar con él.
Por último os comparto un artículo de una tienda especializada en juguetes para niños con necesidades especiales. http://somelittlepeople.com/blog/juguetes-diferentes/juegaloo-juguetes-diferentes-para-necesidades-especiales/#.VnKqE8DHktA.Facebook
Si te ha gustado este artículo y te parecen útiles estos consejos, compártelo con tus amigos. ¡Feliz Navidad a todos!
Si te ha gustado este artículo y te parecen útiles estos consejos, compártelo con tus amigos. ¡Feliz Navidad a todos!